Hay muchas creencias generalizadas en torno al aprendizaje de idiomas. Muchas de esas ideas y tópicos se convierten en creencias limitantes para las personas que quieren aprender un idioma. Hoy voy a examinar 5 de esas ideas para aclarar si tienen fundamento o no.
Los niños aprenden su primer idioma sin esfuerzo
Los niños aprenden a hablar con fluidez después de años de constante exposición idioma y constantes indicaciones y correcciones por parte de las personas en su entorno. En el proceso, están enormemente motivados porque el lenguaje les ayuda a satisfacer sus necesidades cotidianas y tienen mucho interés por expresarse. A pesar de esto, un niño de 10 años todavía no es capaz de hablar con la misma fluidez que un adulto y tampoco sabe manejar todas las situaciones comunicativas. El proceso de adquisición y aprendizaje es complejo, y aunque en los niños todo el proceso de aprender una lengua sucede de forma natural, su dominio del lenguaje más allá de la comunicación más básica también requiere de un aprendizaje consciente. Los niños pasan años aprendiendo su lengua materna, y el proceso continúa hasta más allá de la pubertad.
Es imposible llegar a tener un nivel alto de inglés si empiezas siendo adulto
La edad es un factor importante en la construcción de un segundo idioma. El período crítico de adquisición de la lengua nativa es de aproximadamente hasta el inicio de la pubertad. La plasticidad del cerebro permite a los niños adquirir el lenguaje de forma natural, pero después de la pubertad, con la maduración del cerebro se pierde la ventaja fisiológica en la adquisición del segundo idioma, y por lo tanto es difícil alcanzar el nivel de la lengua materna.
Sin embargo, esto no quiere decir que los adultos no puedan llegar a un nivel muy alto de inglés.
Una de las principales fortalezas de los adultos es que tienen la capacidad de pensar de forma lógica. La madurez de los adultos aumenta su capacidad cognitiva para analizar y llegar a conclusiones, proporcionando así ventajas a la hora de aprender reglas gramaticales y vocabulario, y permitiéndoles manejar problemas complejos. La mayoría de adultos tiene una comprensión integral de una multitud de cosas. Todo este conocimiento y habilidad acumulados son de gran ayuda con la adquisición de un segundo idioma. Algunos estudios han demostrado que los adultos pueden pasar de un nivel principiante a un nivel intermedio de un idioma en menos tiempo que los niños.
El aspecto en el que los adultos tienen más dificultades es la pronunciación. Es mucho más complicado alcanzar un nivel muy alto de pronunciación que esté al nivel del de hablantes nativos para una persona que aprende inglés cuando ya es adulta. Aun así, si una persona adulta recibe suficiente input en su segundo idioma y está muy motivada para adquirir una pronunciación «perfecta» a base de practicar y practicar, es posible que llegue a hablar su segunda lengua como si fuera su lengua nativa.
«No se me da bien el inglés y nunca podré aprenderlo bien»
Las capacidades innatas no son un indicador muy fiable del éxito al aprender una lengua. Tu capacidad de aprendizaje está más influenciada por tu motivación, tu tolerancia a la frustración y tu autoestima. Una persona sin competencias aparentes para el aprendizaje de idiomas puede obtener los resultados que desea si posee otras características como la resiliencia o la disciplina personal.
He tenido alumnos que tenían una inteligencia lingüística superior a la media, pero que se acababan estancando en un nivel intermedio por falta de curiosidad, motivación y espíritu de trabajo. Es común que cuando algo nos resulta fácil, acabemos no dedicándole demasiada atención porque se nos da bien de todas maneras. Sin embargo, llega un punto en el que no es suficiente con lo que aprendemos de oídas. No se puede alcanzar un nivel muy alto sin un poco de interés y esfuerzo.
Existe la creencia generalizada de que si algo no nos resulta fácil significa que no estamos hechos para ello o «se nos da mal». A menudo confundimos la falta de talento o inteligencia con la falta de capacidad de esfuerzo. El esfuerzo es necesario para aprender un idioma, especialmente cuando eres adulto. Incluso si nos parece muy interesante y estamos muy motivados para aprender, no siempre nos apetece sentarnos a escribir o leer. Es ese el momento en que entra nuestra capacidad de esforzarnos y sobreponernos a la pereza o la desgana, lo que realmente determinará que tengamos éxito o no.
La inmersión es la mejor manera de aprender un idioma.
La capacidad de los alumnos para desarrollar sus habilidades lingüísticas depende en gran medida del tipo de aportación lingüística que reciben. Para que la interacción con el entorno sea efectiva para adquirir un segundo idioma, debe ser comprensible. El mero hecho de estar inmerso en un entorno de un segundo idioma no es garantía de recibir información comprensible.
Imaginemos que una persona que estudia un A1 de inglés se muda a Manchester. No aprenderá demasiado de la mayoria de sus interacciones porque desconoce lo que significa casi todo lo que oye. Si es que aprende, lo hará muy despacio y de forma muy fragmentada.
Si comparamos el nivel de las personas que residen en un país anglosajón pero no asisten a clases de inglés con las personas que viven en ese mismo entorno y reciben clases, estos últimos son los que adquieren mayor competencia lingüística en el menor tiempo. Sin la posibilidad de desarrollar habilidades en inglés en un entorno comprensible como puede ser una clase, el inglés de esas personas puede estancarse con facilidad y seguramente se fosilizarán errores que hubieran sido rápidamente detectados con el correcto apoyo de un profesor/a.
En conclusión, la inmersión es una forma muy buena de mejorar tu nivel, pero solo acompañada de ciertos factores, como por ejemplo asistir a clases o tener un nivel lo suficientemente bueno para que no haya tanta diferencia entre lo que sabes hacer y lo que tienes que hacer para comunicarte en ese idioma en distintas situaciones.
Estudiar gramática no sirve para nada.
A pesar de que para muchos sea la parte más indeseable del inglés, el estudio de la gramática es útil para cualquier persona que esté intentando aprender a hablar este idioma (o cualquier idioma). No tener suficientes conocimientos de la gramática inglesa puede retrasar el proceso de aprendizaje, ya que no haber sido expuesto a las diferentes estructuras hará que tengas que adivinar caso por caso lo que te está queriendo comunicar tu interlocutor.
No obstante, confiar en la enseñanza de la gramática como el medio principal para aprender el idioma también es perjudicial. Un equilibrio entre estos dos extremos es necesario para un aprendizaje óptimo del idioma.
Espero que te haya resultado interesante y que hayas reflexionado sobre algunas de estas ideas. Si quieres, déjame en comentarios tu experiencia con el aprendizaje de inglés. Me interesaría saber cómo ha sido para ti todo el proceso, si aprendiste de pequeño/a o de adulto/a, las dificultades que has tenido…
Bibliografía:
- Deng, F.; Zou, Q. (2016) A Study on Whether the Adults’ Second Language Acquisition Is Easy or Not—From the Perspective of Children’s Native Language Acquisition
- Singleton, D; Lengyel, Z, eds. (1995). The age factor in second language acquisition : a critical look at the critical period hypothesis.
- Loewen, S.; Reinders, H. (2011). Key concepts in second language acquisition.
- Bongaerts T., Planken B. and Schils E. and Van summeren C, (1997). Age and ultimate attainment in the pronunciation of a foreign language. SLR, 19 447-465.