En el año 2024, la palabra del año del Oxford English Dictionary fue «brain rot«, definida como “el supuesto deterioro del estado mental o intelectual de una persona, especialmente visto como resultado del consumo excesivo de material (ahora particularmente contenido en línea) considerado trivial o poco desafiante. También: algo caracterizado como probable de llevar a tal deterioro”.
Vivimos en un mundo donde la atención es uno de nuestros recursos más limitados. Con constantes notificaciones, el tiempo que pasamos en redes sociales y la sobrecarga de información disponible, mantener el foco en actividades cognitivas profundas, como aprender inglés, puede parecer una tarea imposible. Sin embargo, la neurociencia ha descubierto estrategias prácticas para hackear nuestra atención y optimizar nuestra capacidad de aprendizaje. Este artículo explora cómo enfocar tu mente en el estudio del inglés, incluso en medio de un entorno lleno de distracciones.
Por qué la atención es clave para aprender un idioma
La atención tiene un papel fundamental en el aprendizaje. Actúa como un filtro que selecciona qué estímulos procesará el cerebro, ignorando los que considera irrelevantes. En el caso del aprendizaje de inglés, esto significa que si no prestas suficiente atención a una lección o conversación, el cerebro no codificará esa información en la memoria a largo plazo.
Además, las distracciones no solo reducen la calidad de tu estudio, sino que también aumentan el tiempo necesario para aprender una nueva habilidad lingüística. Estudios han demostrado que las interrupciones frecuentes (como las que puede causar la tecnología) fragmentan la concentración reduciendo la eficiencia del aprendizaje hasta en un 40% (Mark et al., 2008).
La atención y el aprendizaje de idiomas
Aprender un idioma requiere combinar varias habilidades (escuchar, leer, hablar y escribir) mientras procesas gramática, vocabulario, pronunciación y contexto cultural. Este nivel de complejidad exige un alto grado de concentración. La atención consciente es necesaria para captar y adquirir aspectos del idioma, como nuevos patrones gramaticales o palabras desconocidas.
Pero… ¿cómo podemos entrenar nuestra atención en un mundo lleno de distracciones?
Estrategias basadas en la neurociencia para hackear tu atención
- Elimina distracciones antes de empezar:
- Establece un espacio de estudio libre de notificaciones, ruido y otras interrupciones. Usa herramientas como el «modo no molestar» en tu dispositivo o aplicaciones como Forest para bloquear distracciones digitales.
- Según Gazzaley y Rosen (2016), eliminar estímulos irrelevantes mejora la memoria de trabajo, lo que facilita la retención de información nueva.
- Usa la técnica Pomodoro:
- Divide tu tiempo de estudio en bloques de 25 minutos de enfoque total, seguidos de un descanso de 5 minutos. Esto aprovecha los ciclos de atención del cerebro, que tienden a disminuir después de 20–30 minutos de esfuerzo sostenido (Cirillo, 2006).
- Dedica cada bloque a una actividad específica, como aprender vocabulario, practicar pronunciación o leer un artículo.
- Practica mindfulness antes de estudiar:
- Según Tang et al. (2015), la meditación mindfulness puede mejorar la capacidad de atención al entrenar tu cerebro para concentrarse en el presente. Antes de empezar a estudiar inglés, dedica 5 minutos a respirar profundamente y calmar tu mente.
- Haz del aprendizaje una experiencia multisensorial:
- Usa materiales que requieran de la utilización de varios sentidos, como videos interactivos, música o ejercicios prácticos. Esto mantiene el cerebro más comprometido y reduce la probabilidad de distracciones. Según Mayer (2001), el aprendizaje multisensorial mejora la retención al activar múltiples áreas cerebrales.
- Estudia en momentos de máxima energía mental:
- Identifica los momentos del día en los que tienes mayor capacidad de concentración (por la mañana para algunos, por la tarde para otros) y programa tus sesiones de inglés en esos horarios.
- Crea metas específicas y alcanzables:
- Define objetivos concretos para cada sesión, como aprender 10 nuevas palabras o practicar una estructura gramatical específica. Tener una meta clara mejora la concentración al proporcionar un propósito directo para el estudio (Locke & Latham, 2002).
Cómo entrenar tu atención a largo plazo
La atención es como un músculo: cuanto más la ejercitas, más fuerte se vuelve. Aquí hay algunas formas de mejorarla con el tiempo:
- Practica actividades de atención sostenida: Juegos de memoria o ejercicios de lectura prolongada en inglés pueden ayudarte a entrenar tu capacidad de enfoque.
- Pasa menos tiempo haciendo scroll en redes sociales. Esto puede perjudicar tu capacidad de concentración y atención.
- Evita el multitasking: Hacer varias tareas a la vez disminuye la calidad de la atención. Concéntrate en una actividad lingüística específica en cada momento.
- Construye hábitos diarios: Establece una rutina de aprendizaje, como dedicar 30 minutos al inglés todos los días. La consistencia crea automatismos que reducen la fatiga mental.
Conclusión
En una época de distracciones constantes, hackear tu atención es una habilidad esencial para aprender inglés de manera eficiente. Recuerda que la atención es un recurso entrenable, y dedicar tiempo a mejorarla no solo beneficiará tu aprendizaje de idiomas, sino también otras áreas de tu vida.