Si buscas el apoyo de un especialista para mejorar tu nivel de inglés, lo más frecuente es que decidas asistir a clases para ir aprendiendo el contenido del idioma acompañado y guiado por un profe. La enseñanza de idiomas es el enfoque tradicional para aprender un idioma. La enseñanza de idiomas se centra en la adquisición de conocimientos y habilidades lingüísticas de manera estructurada y sistemática. En este método, el profesor imparte conocimientos sobre la gramática, el vocabulario y la pronunciación del idioma, y los estudiantes aprenden a través de distintas técnicas guiadas por el docente, normalmente en clase.

Sin embargo, no es la única opción. Es posible que hayas oído hablar de la figura del «coach lingüístico» o «coach de idiomas». Aunque los profesores y los coaches de idiomas tienen el objetivo común de mejorar las habilidades lingüísticas de los estudiantes, difieren en sus métodos y enfoques.

¿Qué es el coaching lingüístico?

El coaching lingüístico es un enfoque más personalizado y centrado en el estudiante. En lugar de centrarse únicamente en la transmisión de conocimientos, el coach de idiomas te guía para que descubras y utilices las mejores estrategias de aprendizaje, y se centra en el desarrollo de tu confianza, tu motivación y tu autonomía como estudiante.

En el coaching de idiomas, el coach es más un «facilitador de técnicas, sistemas y métodos» que un «proveedor de conocimientos sobre el inglés», como puede ser un profesor de inglés al uso. Otra diferencia clave es el enfoque en el aprendizaje. La enseñanza de idiomas se centra en el contenido del idioma, mientras que el coaching de idiomas se centra en el proceso de aprendizaje.

Los beneficios del coaching lingüístico

El coaching lingüístico ofrece varios beneficios. Primero, al centrarse en el proceso de aprendizaje, los estudiantes aprenden a aprender. Esto les ayuda a convertirse en gestores autónomos de lo que aprenden, y pueden continuar mejorando sus habilidades lingüísticas incluso después de que el coaching haya terminado.

Por otra parte, el coaching de idiomas es personalizado para cada estudiante. Esto significa que el coach puede adaptar su enfoque a las necesidades, objetivos y estilo de aprendizaje del estudiante.

En tercer lugar, el coaching de idiomas puede ayudar a los estudiantes a superar barreras emocionales o psicológicas para el aprendizaje, como la falta de confianza o el miedo a cometer errores. Estos son aspectos que no se tratan en tanta profundidad en un proceso tradicional de enseñanza de idiomas.

¿Cuál es mejor?

En mi opinión, la combinación de ambos enfoques puede proporcionar los mejores resultados. Es por esa razón que como profesora y coach de idiomas, aplico principios de ambos enfoques en mis clases para proporcionar a mis alumnos y alumnas la estrategia más efectiva para mejorar su inglés.

En cualquier caso, la elección entre uno y otro enfoque dependerá de tus necesidades, objetivos y preferencias. Es posible que sólo necesites clases de inglés, o es posible que exclusivamente necesites que te enseñen a aprender y a desarrollar aspectos individuales que estén obstaculizando la mejora de tus resultados.

¿Quieres saber más?

Si te interesa la posibilidad de recibir coaching lingüístico, tienes más información en mi página de mentorías. Si necesitas saber más, contacta conmigo a través del formulario que encontrarás en esa página.