Ahora está muy de moda el intentar optimizar nuestra actividad ajustándola a nuestros ritmos biológicos naturales. En relación con esto, he estado investigando sobre cómo afectan estos ritmos al estudio de un idioma y en qué parte del día nuestro cerebro está más preparado para retener información. Ya hay varios estudios sobre los ritmos biológicos y su impacto en el aprendizaje, ofreciendo pistas sobre cuál es el mejor momento para aprender un nuevo idioma.
¿Mañana, tarde o noche? Lo que dicen los estudios
Si no lo sabías ya, nuestro cuerpo sigue un ciclo natural llamado ritmo circadiano, que influye en los niveles de energía y concentración a lo largo del día. Este ciclo afecta la manera en que procesamos y almacenamos nueva información, incluyendo el aprendizaje de idiomas.
Los estudios indican que el rendimiento cognitivo humano está sujeto a variaciones diurnas alineadas con los ritmos circadianos. Las tareas que requieren una carga cognitiva más alta, como el aprendizaje de idiomas, pueden obtener mejores resultados durante los períodos de mayor alerta, que generalmente ocurren por la mañana o por la tarde temprano para la mayoría de las personas (Chellappa et al., 2018; Valdéz et al., 2012).
Del mismo modo, los efectos de la desalineación circadiana, como los experimentados por los trabajadores en turnos (personas que no duermen y están despiertos siempre a más o menos a la misma hora), impactan negativamente las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje de idiomas, como la atención y la memoria. Esto tiene consecuencias muy reales cuando las personas intentan aprender un nuevo idioma durante períodos que no se alinean con sus picos circadianos naturales, lo que conduce a una menor retención y un procesamiento ineficiente de la información (Santhi et al., 2016). Además, la exposición crónica a dicha desalineación puede generar déficits cognitivos a largo plazo, ya que los mecanismos de plasticidad cerebral se ven afectados, lo que complica aún más los esfuerzos de aprendizaje de idiomas (Snider et al., 2018; Krishnan & Lyons, 2015).
¿Qué estudiar en cada momento del día?
Según las investigaciones disponibles sobre los ritmos circadianos y su impacto en el aprendizaje, ciertos momentos del día pueden ser más propicios para diferentes tipos de actividades cognitivas:
- Por la mañana (8:00 – 12:00):
Durante la mañana, el cerebro está en su pico de alerta y concentración, lo que facilita la consolidación de nueva información. Por lo tanto, este es un buen momento para tareas que requieren alta concentración, como estudiar gramática y memorización de vocabulario, ya que el cerebro procesa y retiene mejor esta información en períodos de máxima alerta. - Por la tarde (13:00 – 18:00):
En la tarde, el cerebro se encuentra en un estado más relajado y creativo, lo que hace que sea un momento ideal para tareas que involucran habilidades comunicativas, como practicar conversación y comprensión auditiva. Las habilidades de interacción verbal y la capacidad para procesar lenguaje hablado mejoran en este período, debido a la mayor flexibilidad cognitiva. - Por la noche (19:00 – 23:00):
Aunque el cerebro está menos alerta por la noche, este es el momento adecuado para consolidar lo aprendido a lo largo del día. Actividades como leer algo de forma relajada, o ver series o películas en inglés antes de dormir son beneficiosas para reforzar el lenguaje de una manera más relajada, dado que el cerebro sigue procesando información durante el descanso.
Conclusión
Existe una considerable evidencia de que los ritmos circadianos influyen en la eficacia del aprendizaje de idiomas a través de sus efectos sobre las funciones cognitiva. La programación estratégica del aprendizaje de un idioma de acuerdo con los picos circadianos de una persona podría mejorar los resultados del aprendizaje, apoyando así la idea de integrar estrategias cronobiológicas en nuestra forma de organizar nuestro tiempo de estudio, y en definitiva, nuestra vida.
Aunque la ciencia tiene bastante claro que hay momentos mejores o peores para centrarse en el estudio, no existe un único «mejor momento» para estudiar inglés, ya que cada persona puede tener unas costumbres o situación diferente. Si quieres mejorar tu inglés de manera eficiente, identifica qué horario funciona mejor para ti y ajusta tu rutina de estudio en consecuencia. ¡Lo importante es la constancia y la práctica diaria!