Utilizar flash cards te puede ayudar a memorizar información breve de forma muy efectiva. Ahora bien, si quieres estudiar un tema más complejo y ayudarte a ti mismo/a a relacionar unos conceptos con otros, quizá te interese hacer mapas mentales o mind maps.

¿Qué es un mapa mental?

El término mind map fue inventado en los años 70 por el experto en educación Tony Buzan, pero se llevan utilizando desde hace mucho más tiempo.

Un mapa mental es un esquema en el cual se organizan ideas y datos alrededor de un tema central. En ellos se combinan palabras, imágenes y colores para resumir información compleja de una forma visual.

Imaginemos que quieres hacer un mapa mental sobre «transporte». El centro del mapa mental será el nombre del tema. De ahí, saldrán varias líneas. Por ejemplo, una puede llamarse tipos de transporte. Ahí incluiremos el transporte marítimo, terrestre y aéreo. De esa línea a su vez podemos sacar medios concretos de transporte.

Del tema principal podemos sacar también más líneas. Algunos ejemplos serían: verbos relacionados con el transporte, adjetivos para medios de transporte, palabras relacionadas con el tráfico, nombres de profesiones relacionadas con el transporte, etc.

¿Para qué puedo usar un mapa mental como estudiante de inglés?

Puedes utilizar mapas mentales para:

  • Hacer lluvia de ideas de cara a una redacción o tema de conversación
  • Organizar lo que ya has estudiado mediante el sistema de flash cards.
  • Memorizar vocabulario agrupándolo por temas.
  • Resumir una unidad de gramática de forma muy esquemática.

¿Por qué son efectivos?

Imitan la forma en la que funciona el cerebro.

El modo en que funciona y se organiza en el cerebro nuestro lexicon, es decir, las palabras que podemos usar y comprender, nos posibilita poder tener acceso casi inmediato a las palabras que necesitamos en cada momento. Este tema es uno que neurolingüistas y psicolingüistas siguen investigando.

Utilizar mapas mentales imita el modo en que tu cerebro organiza y almacena información.

Nuestros cerebros no buscan palabras en listas cuando las queremos usar. Con esto quiero decir que cuando por ejemplo no recuerdas como se dice «cepillo de dientes» en inglés, tu mente no busca esa información en una lista llamada «objetos del baño» en la que hay un principio y un final. Más bien las palabras que conoces están indizadas en tu mente por temas, sonidos, categorías gramaticales, funciones sintácticas y pragmáticas etc. Piensa en ello como si tu cerebro fuera una biblioteca y estos grupos de palabras fueran estanterías. Las palabras pueden encontrarse en varias estanterías, a veces por como suenan y a veces por el significado que tienen o el uso que se les da. Al tratar de recordar una palabra, accedes primero a la información que utilizas más frecuentemente, a la que más conectada está con otros conceptos y a la que tiene una alta imaginabilidad (te será más fácil recordar cómo se dice «casa» que como se dice «soledad» precisamente porque el primer término tiene una representación física).

Utilizar mapas mentales activa tus sistemas cerebrales de organización léxica, por lo que tú creas tus propias bibliotecas de modo consciente. Facilitas las conexiones entre diferentes palabras de modo que, cuando quieras recuperarlas para utilizarlas, tu mente accederá a ellas más rapido al tener un mayor número de conexiones con ese término.

Además de eso, al crear mapas mentales, al igual que estás ejercitando tus habilidades analíticas también estás trabajando tu creatividad.

Pueden hacer tu tiempo de estudio más entretenido

Cuando creas tus mapas mentales puede ser que ya tengas listas de vocabulario en las que basarte para ahorrar tiempo, pero el tratar de incluir ideas nuevas en tu esquema e investigar en diccionarios y otros recursos puede hacer que te involucres más en tu proceso de retención y recuperación de vocabulario que si simplemente utilizas lo que te han dado.

Si te gusta incluir cosas que tú mismo has buscado, consulta con tu profesor/a para comprobar si has entendido bien lo que significan las distintas palabras o frases.

Consejos para crear un buen mapa mental

  • Usa una hoja de papel en blanco y escribe en ella de forma apaisada.
  • Empieza en mitad de la página y añade una imagen a tu idea o tema central.
  • Utiliza muchos colores diferentes. Utilizar colores no solo es más motivador, también te ayudan a categorizar información. Los colores pueden ayudar a tu memoria: recordar que cierta palabra estaba subrayada en azul te puede hacer más fácil recordar la propia palabra.
  • Conecta las distintas partes de tu mapa mental. Esto te ayuda a recordar la conexión entre distintos conceptos.
  • Utiliza líneas curvas en lugar de líneas rectas: al parecer, nuestros cerebros encuentran las líneas curvas o irregulares más interesantes.
  • Utiliza dibujos o imágenes al hacer tu mapa mental. Son una forma genial de resumir y memorizar palabras y conceptos.
  • Haz tus mapas mentales a mano. Existen estudios que demuestran que escribir a mano es más efectivo para memorizar y retener ideas y palabras que escribir en el ordenador.
  • Crea tus propios mapas mentales. Los que encuentras por internet o los apuntes que te ha dejado tu amigo están bien, pero cada cerebro es único y cada persona tiene una forma especial de conceptualizar y organizar la información. Por tanto, para que un mapa mental sea lo más efectivo posible, es importante que lo hayas creado tú mismo/a.
Mind map Strategy

Si estás estudiando inglés en este momento, prueba a crear un mapa mental para el tema o punto de gramática que estés estudiando. Lo recomiendo tanto como forma motivadora de estudiar como sistema de estudio con beneficios y efectividad demostrados.